“En un edificio nada esta completo en si mismo, sino que resulta completo únicamente en cuanto la parte se funde en la mas amplia expresión del todo”. F. L. Wright
Este proyecto surge como una necesidad de afirmación racional, como una reacción frente al dominio natural.
Una urgencia por subrayar la condición cultural de la intervención humana.
Una oportunidad por volcar en forma, las lecciones que nos brindan obras como el Hotel Provincial, por su pregnancia, por su capacidad de influir en la construcción de lo urbano, de constituirse en el motivo de una de las postales mas conocidas por todos, que no muestra solo un destino turístico, sino una gran ciudad.
Una posibilidad de dotar a un área periférica de esta gran ciudad, de un edificio que asuma un rol fundacional, encauzando su errático crecimiento en pos de lograr una nueva unidad ciudad - paisaje.
“El contexto arquitectónico es algo decisivo para el proyecto, pero lo que realmente genera un proyecto es una idea que opera sobre el contexto, social o material, en una forma especifica, pero que no es una simple consecuencia de lo existente”. Rafael Moneo.
Colocamos un objeto nítido, un prisma de planta cuadrada definido por una envolvente de altura constante perforada con rectángulos de la misma proporción y distintos tamaños que contiene un objeto de forma irregular, en definición permanente.
Una ciudadela amurallada rodeada por agua, fragmento racionalizado del mar.
Una monumentalización de la manzana, con sus límites precisos y sus interiores irregularmente vaciados. Una manzana en el mar.
“Proyectar un museo de arte contemporáneo no trata únicamente de poseer un mínimo de sensibilidad frente a la obra para intuir cual es su espacio adecuado. El arte contemporáneo es antes intelectual que sensual. Es, frecuentemente, más fascinante la idea o el concepto abstracto vehiculados a través del objeto artístico que el mismo objeto. El espacio arquitectónico debe crear el estado mental que permita el enfrentamiento a la obra de arte en un momento en que todo es susceptible de ser tomado como obra de arte. El arte es un discurso sobre la sociedad, sobre otro individuo, sobre uno mismo y hay que contemplarlo como filósofo y como artista. Es la influencia del espacio arquitectónico la que puede transformarnos y hacer que el arte actúe”. F. Massad, A. Guerrero Yeste.
El edificio se presenta como un objeto extraño, una enorme caja de escala indefinida, casi una instalación en busca de ser interpretada. Una muralla, una ruina, que esconde, protege, un tesoro.
El tabique de hormigón expuesto que construye la envolvente muestra a través de sus perforaciones, las irregularidades del interior y su carácter laminar; estas irregularidades, variables en gran parte por las posibilidades de crecimiento, no influyen en la imagen pública del edificio que queda completamente definida en primera etapa, la disposición de estos huecos responde además, a las necesidades visuales interiores y de penetración al museo.
De la relación envolvente, envuelto; surgen variedad de situaciones que definen la especialidad de la obra:
-Patios: verde en planta baja y deck en segundo piso; constituyen el espacio disponible para las posibles ampliaciones, las que se podrán realizar de manera sucesiva o completa. La ubicación respecto del hall y la espacialidad de las ampliaciones de archivos permite destinarlos eventualmente a salas de exposición, permitiendo una primera etapa de crecimiento mínima y flexible.
La ocupación de estos patios no implicará la desaparición de los espacios a cielo abierto dentro del edificio, se reemplazarán por terrazas sobre las ampliaciones.
-Circulaciones: acceso fuera de horario a microcine, bar y área de artes audiovisuales; rampas a patios y terrazas.
-Iluminaciones: las salas cuentan con ventanas corridas sobre el plano vertical a 4m de altura, la luz solar rebotará en la envolvente haciéndola ingresar de manera indirecta en los espacios expositivos.
-Vistas: en este intersticio se ubican también dos objetos – mirador, de planta perpendicular a la costa, uno como enfoque al mar, el otro a la ciudad.
Todos los espacios con acceso de público son susceptibles de ser usados como áreas de exposición. En verdad la instalación de este objeto en la ciudad propone iniciar la muestra desde el mar, la rambla, desde la que el museo puede entenderse como una escultura a ser descubierta, reconocida perimetralmente, recorrida en todas la direcciones y complejidades que su interior propone, para terminar la experiencia en una nueva e insospechada visión del mar y la ciudad desde una plaza a veinte metros de altura.
Este proyecto surge como una necesidad de afirmación racional, como una reacción frente al dominio natural.
Una urgencia por subrayar la condición cultural de la intervención humana.
Una oportunidad por volcar en forma, las lecciones que nos brindan obras como el Hotel Provincial, por su pregnancia, por su capacidad de influir en la construcción de lo urbano, de constituirse en el motivo de una de las postales mas conocidas por todos, que no muestra solo un destino turístico, sino una gran ciudad.
Una posibilidad de dotar a un área periférica de esta gran ciudad, de un edificio que asuma un rol fundacional, encauzando su errático crecimiento en pos de lograr una nueva unidad ciudad - paisaje.
“El contexto arquitectónico es algo decisivo para el proyecto, pero lo que realmente genera un proyecto es una idea que opera sobre el contexto, social o material, en una forma especifica, pero que no es una simple consecuencia de lo existente”. Rafael Moneo.
Colocamos un objeto nítido, un prisma de planta cuadrada definido por una envolvente de altura constante perforada con rectángulos de la misma proporción y distintos tamaños que contiene un objeto de forma irregular, en definición permanente.
Una ciudadela amurallada rodeada por agua, fragmento racionalizado del mar.
Una monumentalización de la manzana, con sus límites precisos y sus interiores irregularmente vaciados. Una manzana en el mar.
“Proyectar un museo de arte contemporáneo no trata únicamente de poseer un mínimo de sensibilidad frente a la obra para intuir cual es su espacio adecuado. El arte contemporáneo es antes intelectual que sensual. Es, frecuentemente, más fascinante la idea o el concepto abstracto vehiculados a través del objeto artístico que el mismo objeto. El espacio arquitectónico debe crear el estado mental que permita el enfrentamiento a la obra de arte en un momento en que todo es susceptible de ser tomado como obra de arte. El arte es un discurso sobre la sociedad, sobre otro individuo, sobre uno mismo y hay que contemplarlo como filósofo y como artista. Es la influencia del espacio arquitectónico la que puede transformarnos y hacer que el arte actúe”. F. Massad, A. Guerrero Yeste.
El edificio se presenta como un objeto extraño, una enorme caja de escala indefinida, casi una instalación en busca de ser interpretada. Una muralla, una ruina, que esconde, protege, un tesoro.
El tabique de hormigón expuesto que construye la envolvente muestra a través de sus perforaciones, las irregularidades del interior y su carácter laminar; estas irregularidades, variables en gran parte por las posibilidades de crecimiento, no influyen en la imagen pública del edificio que queda completamente definida en primera etapa, la disposición de estos huecos responde además, a las necesidades visuales interiores y de penetración al museo.
De la relación envolvente, envuelto; surgen variedad de situaciones que definen la especialidad de la obra:
-Patios: verde en planta baja y deck en segundo piso; constituyen el espacio disponible para las posibles ampliaciones, las que se podrán realizar de manera sucesiva o completa. La ubicación respecto del hall y la espacialidad de las ampliaciones de archivos permite destinarlos eventualmente a salas de exposición, permitiendo una primera etapa de crecimiento mínima y flexible.
La ocupación de estos patios no implicará la desaparición de los espacios a cielo abierto dentro del edificio, se reemplazarán por terrazas sobre las ampliaciones.
-Circulaciones: acceso fuera de horario a microcine, bar y área de artes audiovisuales; rampas a patios y terrazas.
-Iluminaciones: las salas cuentan con ventanas corridas sobre el plano vertical a 4m de altura, la luz solar rebotará en la envolvente haciéndola ingresar de manera indirecta en los espacios expositivos.
-Vistas: en este intersticio se ubican también dos objetos – mirador, de planta perpendicular a la costa, uno como enfoque al mar, el otro a la ciudad.
Todos los espacios con acceso de público son susceptibles de ser usados como áreas de exposición. En verdad la instalación de este objeto en la ciudad propone iniciar la muestra desde el mar, la rambla, desde la que el museo puede entenderse como una escultura a ser descubierta, reconocida perimetralmente, recorrida en todas la direcciones y complejidades que su interior propone, para terminar la experiencia en una nueva e insospechada visión del mar y la ciudad desde una plaza a veinte metros de altura.
Fernandez Carlos - Lanosa Gabriel
Colaboradores: Maslat Claudio - Isaias Jorge - Fernandez Pablo - Sasso Marcelo - Vallera Martin - Waldman Nicolas
Asesores: Ing. Mangudo Marcelo / aire acondicionado
Asesores: Ing. Mangudo Marcelo / aire acondicionado
Felicitaciones, el único, por ahora, que no deja librada al azar, la imagen definitiva del edificio.
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